Crisis 

 

Desde los comienzos de su gobierno debió enfrentar una de las más serias crisis económicas que ha sufrido el país, consecuencia de la crisis mundial, de la baja del precio del cobre y de la difícil situación económica a que condujeron al país las administraciones de Pérez y Errázuriz Zañartu.

Para hacer frente a la crisis económica, el gobierno creó nuevas contribuciones para aumentar los recursos y restringiéndose en los gastos. Para ello suprimió las gratificaciones del 25 por ciento sobre el sueldo de los empleados públicos; aprobó la reducción del ejército y el desarme de varios buques de guerra.

Sin embargo, comenzó a escasear el dinero debido a la exportación de la moneda de oro y plata. Aumentó el interés del dinero y bajó el cambio internacional. En consecuencia, el costo de la vida aumentó. Del mismo modo, la propiedad privada, la renta mobiliaria y los títulos de crédito del Estado como los del crédito bancario, se redujeron, a tal punto que los bancos no podían transformar sus billetes en moneda metálica. Para suplir ello, el gobierno consiguió que se dictara una ley de inconvertibilidad de los billetes de banco en1878, comenzando en Chile el régimen monetario del papel.

Pese a ello, el gobierno logró promulgar algunas leyes de importancia, tales como la que organizó la enseñanza secundaria y superior en 1879. Además, se estableció la incompatibilidad de los cargos judiciales con los parlamentarios y administrativos.

Debió también hacer frente a la reanudación de las luchas religiosas que se habían iniciado en los tiempos de Manuel Montt. Estas dificultades se originaron, esta vez, por la sucesión del arzobispo Valdivieso, ya que para llenar la vacante el Gobierno propuso la candidatu­ra de Taforó, que era rechazado por el clero santiaguino y por la Santa Sede.